MÉDICOS EXHORTAN A REALIZARSE ESTUDIOS DE RIÑÓN
Diana Washington Valdez
Un padecimiento serio del riñón apareció en la vida de Momi Matamoros cuando tenía 25 años de edad. Un año después, le diagnosticaron pérdida total del mismo, y sólo un transplante salvaría su vida. Hoy día, ya graduada de la Universidad de Texas en El Paso, y con 26 años de edad, asegura sentirse lo suficientemente bien como para buscarse un empleo.
"En aquella ocasión yo no tenía ningún síntoma de alguna enfermedad en el riñón", dice Matamoros. "Me veía y sentía muy bien. Pero un examen de rutina en la sangre reveló que tenía niveles alarmantes de potasio, que puede ser una señal de algún malestar en el riñón. Me llamaron de emergencia y me indicaron que me encontraba en la fase terminal de una falla renal. Mis riñones estaban inflamados pero nadie sabía porqué".
Acto seguido, le administraron dos formas de diálisis por nueve meses y medio. "Hace aproximadamente un mes y medio, me realizaron un transplante de riñón en El Paso", expresó Matamoros.
La etapa final de una falla en el riñón se diagnostica cuando el órgano pierde 85 a 90 por ciento de su función. Marzo es el Mes de Conciencia de Enfermedades del Riñón. El momento ideal para revisar sus riñones.
El doctor Germán Hernández dice que las revisiones médicas regulares son muy importantes para poder detectar alguna falla a tiempo. Hernandez desea que el Día Mundial del Riñón, el 8 de marzo, sirva para recordar la importancia de mantener unos riñones saludables.
"Nunca creerían el número tan elevado de enfermedades en fase terminal en El Paso", expresó. "He podido observar un mapa de códigos de colores de nuestra frontera con México, y ahí puede ver estos altos índices en la región. Contamos con 16 clínicas de diálisis en la ciudad; lo que indica que es un verdadero problema. Los grupos minoritarios, incluidos los hispanos, son los más afectados. Los latinos tienen el doble de riesgo de desarrollar alguna enfermedad en el riñón".
Se necesitan más investigaciones para determinar el porqué los hispanos son los más vulnerables a desarrollar este tipo de padecimientos.
Hernández también indicó que algunos pacientes a quienes se les diagnostican enfermedades del riñón, pero que no se encuentran después en los archivos simplemente fallecen de enfermedades del corazón relaciona das con alguna deficiencia renal.
También señala que aquellos a quienes se les practica un implante o reciben diálisis "son los sobrevivientes de algún padecimiento grave".
"Cuando alguien finalmente experimenta algún síntoma, pueden sentir fatiga, náuseas, dificultad para respirar y para asimilar cosas en la mente", agregó. "Esto debido a las toxinas que se han acumulado en el organismo'.
Hernandez, médico internista y quien imparte clases en el Centro Médico Texas Tech, se especializa en nefrología y cambió su residencia de San Francisco en diciembre del 2005. También indica, "me impresiona el número de pacientes que llegan todos los días, algunos de 40 años de edad, con dificultad para respirar y con lesiones en los riñones. En el Hospital Thomason, me encuentro con dos o cuatro casos así todas las semanas".
En el Centro de Diálisis Sun City, en el sector central de la ciudad, los pacientes vienen para ser conectados a una máquina de diálisis, la cual desempeña la función de un riñón normal, eliminando toxinas y líquidos del cuerpo. Este procedimiento se le conoce como hemodiálisis.
Cuando el paciente enfrenta una enfermedad de fase terminal, éste tiene que pasar un promedio de cuatro horas por sesión y debe recibir este tratamiento tres veces por semana. También necesitan una dieta especial.
"Yo diría que el 95 por ciento de nuestros pacientes son diabéticos", dice Alma Najera, administradora del lugar y enfermera certificada. "Es la causa número uno de enfermedades del riñón, seguida por la alta presión sanguínea, lupus y otras condiciones".
Asimismo, explicó que de cada cinco pacientes que inician el tratamiento, sólo uno de ellos entiende la necesidad de continuar con el mismo. "Los demás se niegan a seguir y la mayoría de las veces nos cuelgan el teléfono cuando llamamos para saber qué ha sido de ellos", comentó. "Nos dicen que se sienten bien y ya no necesitan el tratamiento. De otros ya no se sabe nada hasta que terminan en terapia intensiva en algún hospital".
El Centro Sun City cuenta con cerca de 60 pacientes de hemodiálisis, y otros 34 que recurren a una diálisis peritoneal la cual pueden seguirla en su casa. Este tipo de diálisis dura aproximadamente 10 horas pero los pacientes la pueden tomar por la noche mientras duermen.
La diálisis es un tratamiento pero no una cura, y de acuerdo con la Fundación Nacional del Riñón, la gente que padece de alguna enfermedad crónica de este órgano la necesitará por el resto de su vida. "A no ser que obtengas un transplante de riñón, una vez que la inicias no hay marcha atrás", acotó Najera.
"Los pacientes con diabetes y que desarrollan alguna enfermedad en el riñón, es porque no han seguido las recomendaciones de sus médicos en cuanto a dieta y otras cosas se refiere. No quieren dejar de comer enchiladas, por ejemplo. Y he visto mejorías en esta enfermedad en pacientes que sí siguen los consejos".
Najera manifestó que en una conferencia de salud a la que asistió recientemente, se dio cuenta que gracias al aumento de las enfermedades del riñón a nivel nacional, la nefrología es una especialidad que tendrá mucha demanda próximamente.
Hernández señaló que él y otros doctores están consternados con el número de pacientes en El Paso que carecen de un seguro médico y no califican para Medicaid y así poder iniciar un tratamiento para su padecimiento renal.
"He visto este tipo de situaciones con los indocumentados", recalcó. "La situación es inhumana. Esto no ocurre en San Francisco, en donde todos reciben el tratamiento que necesitan. Entiendo que existe el temor de recibir un gran número de gente de Juárez si todos calificaran para un tratamiento".
También señaló que espera poder participar en investigaciones futuras que exploren la posible conexión entre las enfermedades del riñón y factores en el medio ambiente, como la exposición al plomo.
Diana Washington Valdez puede ser localizada en dvaldez@elpasotimes.com; 546-6140.
"En aquella ocasión yo no tenía ningún síntoma de alguna enfermedad en el riñón", dice Matamoros. "Me veía y sentía muy bien. Pero un examen de rutina en la sangre reveló que tenía niveles alarmantes de potasio, que puede ser una señal de algún malestar en el riñón. Me llamaron de emergencia y me indicaron que me encontraba en la fase terminal de una falla renal. Mis riñones estaban inflamados pero nadie sabía porqué".
Acto seguido, le administraron dos formas de diálisis por nueve meses y medio. "Hace aproximadamente un mes y medio, me realizaron un transplante de riñón en El Paso", expresó Matamoros.
La etapa final de una falla en el riñón se diagnostica cuando el órgano pierde 85 a 90 por ciento de su función. Marzo es el Mes de Conciencia de Enfermedades del Riñón. El momento ideal para revisar sus riñones.
El doctor Germán Hernández dice que las revisiones médicas regulares son muy importantes para poder detectar alguna falla a tiempo. Hernandez desea que el Día Mundial del Riñón, el 8 de marzo, sirva para recordar la importancia de mantener unos riñones saludables.
"Nunca creerían el número tan elevado de enfermedades en fase terminal en El Paso", expresó. "He podido observar un mapa de códigos de colores de nuestra frontera con México, y ahí puede ver estos altos índices en la región. Contamos con 16 clínicas de diálisis en la ciudad; lo que indica que es un verdadero problema. Los grupos minoritarios, incluidos los hispanos, son los más afectados. Los latinos tienen el doble de riesgo de desarrollar alguna enfermedad en el riñón".
Se necesitan más investigaciones para determinar el porqué los hispanos son los más vulnerables a desarrollar este tipo de padecimientos.
Hernández también indicó que algunos pacientes a quienes se les diagnostican enfermedades del riñón, pero que no se encuentran después en los archivos simplemente fallecen de enfermedades del corazón relaciona das con alguna deficiencia renal.
También señala que aquellos a quienes se les practica un implante o reciben diálisis "son los sobrevivientes de algún padecimiento grave".
"Cuando alguien finalmente experimenta algún síntoma, pueden sentir fatiga, náuseas, dificultad para respirar y para asimilar cosas en la mente", agregó. "Esto debido a las toxinas que se han acumulado en el organismo'.
Hernandez, médico internista y quien imparte clases en el Centro Médico Texas Tech, se especializa en nefrología y cambió su residencia de San Francisco en diciembre del 2005. También indica, "me impresiona el número de pacientes que llegan todos los días, algunos de 40 años de edad, con dificultad para respirar y con lesiones en los riñones. En el Hospital Thomason, me encuentro con dos o cuatro casos así todas las semanas".
En el Centro de Diálisis Sun City, en el sector central de la ciudad, los pacientes vienen para ser conectados a una máquina de diálisis, la cual desempeña la función de un riñón normal, eliminando toxinas y líquidos del cuerpo. Este procedimiento se le conoce como hemodiálisis.
Cuando el paciente enfrenta una enfermedad de fase terminal, éste tiene que pasar un promedio de cuatro horas por sesión y debe recibir este tratamiento tres veces por semana. También necesitan una dieta especial.
"Yo diría que el 95 por ciento de nuestros pacientes son diabéticos", dice Alma Najera, administradora del lugar y enfermera certificada. "Es la causa número uno de enfermedades del riñón, seguida por la alta presión sanguínea, lupus y otras condiciones".
Asimismo, explicó que de cada cinco pacientes que inician el tratamiento, sólo uno de ellos entiende la necesidad de continuar con el mismo. "Los demás se niegan a seguir y la mayoría de las veces nos cuelgan el teléfono cuando llamamos para saber qué ha sido de ellos", comentó. "Nos dicen que se sienten bien y ya no necesitan el tratamiento. De otros ya no se sabe nada hasta que terminan en terapia intensiva en algún hospital".
El Centro Sun City cuenta con cerca de 60 pacientes de hemodiálisis, y otros 34 que recurren a una diálisis peritoneal la cual pueden seguirla en su casa. Este tipo de diálisis dura aproximadamente 10 horas pero los pacientes la pueden tomar por la noche mientras duermen.
La diálisis es un tratamiento pero no una cura, y de acuerdo con la Fundación Nacional del Riñón, la gente que padece de alguna enfermedad crónica de este órgano la necesitará por el resto de su vida. "A no ser que obtengas un transplante de riñón, una vez que la inicias no hay marcha atrás", acotó Najera.
"Los pacientes con diabetes y que desarrollan alguna enfermedad en el riñón, es porque no han seguido las recomendaciones de sus médicos en cuanto a dieta y otras cosas se refiere. No quieren dejar de comer enchiladas, por ejemplo. Y he visto mejorías en esta enfermedad en pacientes que sí siguen los consejos".
Najera manifestó que en una conferencia de salud a la que asistió recientemente, se dio cuenta que gracias al aumento de las enfermedades del riñón a nivel nacional, la nefrología es una especialidad que tendrá mucha demanda próximamente.
Hernández señaló que él y otros doctores están consternados con el número de pacientes en El Paso que carecen de un seguro médico y no califican para Medicaid y así poder iniciar un tratamiento para su padecimiento renal.
"He visto este tipo de situaciones con los indocumentados", recalcó. "La situación es inhumana. Esto no ocurre en San Francisco, en donde todos reciben el tratamiento que necesitan. Entiendo que existe el temor de recibir un gran número de gente de Juárez si todos calificaran para un tratamiento".
También señaló que espera poder participar en investigaciones futuras que exploren la posible conexión entre las enfermedades del riñón y factores en el medio ambiente, como la exposición al plomo.
Diana Washington Valdez puede ser localizada en dvaldez@elpasotimes.com; 546-6140.
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